Desde que Lewis Carroll escribió su famoso libro, Alicia es el sinónimo del deseo de explorar lo desconocido y romper con las normas establecidas. Soñando, consigue entrar en un mundo de locura y libertad: El País de las Maravillas. Los encantadores personajes Sombrerero, Cartas, Conejo Blanco, El Filósofo, La Reina, etc., la introducen en la tierra mágica de paradojas y le enseñan el otro lado de la realidad, como en un espejo de feria.
Nuestra versión profundiza en este aspecto del famoso cuento contrastándolo con el entorno nuestro, de hoy en día.
Los padres de Alicia se están divorciando. Para entender algo tan complejo y doloroso como es la separación de los dos seres más queridos, Alicia tiene que entender el mundo de los adultos pero, para una hazaña tan grande su poca experiencia no le basta. Inconscientemente, Alicia hace un experimento y crea un mundo virtual en el que todo puede ser peor todavía. Se imagina cosas al revés y procura sacar experiencias positivas de los disparates que se le ocurren. Sumergiéndose en su mundo imaginario – El País de las Maravillas, aprende a aceptar la realidad. No teniendo la experiencia real adquiere la virtual. Nuestra Alicia crece soñando.